jueves, 26 de abril de 2007

INFERENCIAS

Esta es la historia de dos vecinos que eran muy amigos y decidieron comprarles a sus hijos sendas mascotas. Uno compró un conejo, mientras que el otro compró un cachorro de pastor alemán. El primero protestó pensando que el perro se comería a su conejo. A lo que el otro le contestó que consideraba que crecerían juntos y serían muy amigos.

Y así fue. Era normal ver al conejo jugando en el patio del perro y al revés. Un día, el dueño del conejo fue a pasar un fin de semana en la playa con su familia y dejaron al conejo en casa. El domingo, a la tardecita, el dueño del perro y su familia tomaban una merienda cuando entró el pastor alemán a la cocina. Traía el conejo entre los dientes, muerto y todo sucio de tierra. La primera reacción fue culpar al perro y enojarse con él. En pocas horas llegarían los vecinos. ¿Qué les iban a decir? Lo primero que se les ocurrió fue bañar al conejo y dejarlo muy limpio por lo menos para que los niños pudieran despedirse de él. Y así hicieron y lo dejaron en su casita del patio.

Apenas llegaron los vecinos oyeron a los niños gritar y uno de ellos fue corriendo hasta la casa cercana para contar lo que había sucedido. El viernes antes de irnos el conejo se murió y lo enterramos y ahora al volver lo encontramos nuevamente en su casita.

La historia termina aquí. Lo que ocurrió después no importa. El gran personaje de esta historia es el perro que sin haber hecho nada cargó con toda la culpa. Imagina al pobrecito, desde el viernes, buscando en vano a su amigo de la infancia. Después de mucho olfatear, descubrió su cuerpo muerto y enterrado. ¿Qué hizo él? Probablemente con el corazón partido, desenterró a su amigo y fue a mostrárselo a sus dueños, imaginando poder resucitarlo. Sin embargo otra fue la historia imaginada a partir de la cual fue culpado.

¿Cuántas veces sacamos conclusiones a partir de una simple suposición?¿Cuántas culpamos a alguien a partir de suponer lo que sucedió?¿Cuántas veces nos enojamos con alguien sin chequear cuáles fueron los hechos?¿Cuántas confundimos un hecho con una interpretación?

Inferir suele ser un proceso automático que solemos hacer los seres humanos sin darnos cuenta de las consecuencias que puede acarrearnos.Algo sucede, lo explicamos y luego confundimos nuestra explicación con lo que ocurrió realmente

Una inferencia es una evaluación que realiza la mente entre conceptos que, al interactuar, muestran sus propiedades de forma discreta, necesitando utilizar la abstracción para lograr entender las unidades que componen el problema, creando un punto axiomático o circunstancial, que nos permitirá trazar una línea lógica de causa-efecto, entre los diferentes puntos inferidos en la resolución del problema. Una vez resuelto el problema, nace lo que conocemos como postulado. Utilizada a menudo en los motores de inferencia de los Sistemas Expertos

1 comentario:

Aldimir dijo...

Aqui se trata es sobre las inferencias hay un relato que explica como le compran a sus hijos unas mascotas un conejo y un perro,el perro en esta historia es el gran personaje, este encontraria al conejo muerto y lo llevaria hasta su casa sus dueños ellos lo reprimirian por lo sucedido pero el no fue quien lo matarà el solo queria volverlo a ver.! y mostrarselo a sus dueños...